jueves, 29 de marzo de 2018

Border line (rompiendo mitos)

¿QUÉ ES EL TRASTORNO LÍMITE
DE LA PERSONALIDAD (TLP)?
 El Trastorno límite de la Personalidad (TLP) o borderline es un tipo de trastorno de la personalidad cuyo patrón general se basa en la inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y las emociones. Las personas con TLP suelen ser muy impulsivas, lo que les lleva muchas veces a realizar conductas autolesivas (comportamientos sexuales de riesgo, intentos de suicidio, etc.).
Antes se pensaba que las personas con TLP se encontraban en la “frontera” entre:
• Neurosis: cuando una persona está mentalmente en dificultades, pero todavía se puede ver la diferencia entre la percepción y la realidad.
• Psicosis: cuando una persona no es capaz de ver la diferencia entre la percepción y la realidad, y puede experimentar delirios y alucinaciones.
Actualmente el TLP  se entiende como un trastorno del estado de ánimo y a la vez del comportamiento social.
El Trastorno Límite de la Personalidad aparece principalmente en la edad adulta temprana o la adolescencia. Aun así, generalmente el patrón inestable de interactuar con los demás ha existido previamente durante años y está estrechamente relacionado con la propia imagen de la persona y las interacciones sociales tempranas. El patrón de conducta se presenta en una variedad de entornos (por ejemplo, no sólo en el trabajo o en el hogar) y, a menudo se acompaña de una intensa labilidad (fluctúa su estado, a veces de una manera rápida) en las emociones y los sentimientos de una persona.
Aparentemente el TLP es más común en mujeres que en hombres (el 74% de casos diagnosticados son mujeres), pero esto no se sabe a ciencia cierta, hay quien dice que probablemente se reconoce con menos frecuencia en los hombres, que son menos propensos a buscar tratamiento. Se cree que afecta a entre el 1,6 y el 5,9 por ciento de la población general.

Características principales
Las personas con  TLP  son extremadamente sensibles a las circunstancias ambientales. La percepción de una separación o un rechazo inminente, o la pérdida de una estructura externa, puede llevarles a profundos cambios en su autoimagen, su afecto, su cognición y su comportamiento. Suelen experimentar intensos temores al abandono e ira inapropiada, incluso cuando se enfrentan a una separación de tiempo limitado y realista, o cuando hay cambios inevitables en sus planes (por ejemplo, la desesperación repentina como reacción al anunciar el final de un tratamiento médico, pánico o furia cuando alguien importante para ellos llega unos minutos tarde o debe cancelar una cita, etc.). De alguna forma tienden a creer que este “abandono” implica que ellos son “malos”. Estos temores de abandono están relacionados con una intolerancia a la soledad y la necesidad de tener constantemente otras personas a su lado.

Síntomas del TLP
Una persona con este trastorno también suele exhibir comportamientos impulsivos y tienen la mayoría de los siguientes síntomas:
• Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginario.
• Impulsividad en al menos dos áreas que son potencialmente dañina para sí mismos (por ejemplo, gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones de comida).
• Inestabilidad emocional debido a la reactividad significativa del estado de ánimo (por ejemplo, episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad que suelen durar unas horas y rara vez más de unos pocos días).
• Un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas, caracterizadas por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación.
• Alteración de la identidad, como una autoimagen o sentido de sí inestable significativa y persistente.
• Conductas suicidas recurrentes, ya sea con gestos o amenazas, o comportamiento de automutilación.
• Sentimientos crónicos de vacío.
• Ira intensa y dificultad para controlarla (por ejemplo, muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).
• Pensamientos paranoides relacionadas con el estrés transitorios o síntomas disociativos graves
Por otro lado, según el psicólogo J. Pretzer, las personas con TLP conciben el mundo en términos dicotómicos, es decir, sus opiniones sobre ellos mismos, el mundo y el futuro tienden a ser completamente positivas o completamente negativas. Esta forma de pensar desemboca en emociones extremadamente intensas, extremas y rápidamente cambiantes, sin posibilidad de términos medios. Como consecuencia, los que se encuentran a su lado perciben estos cambios como irracionales y aleatorios.
Por suerte, el TLP generalmente disminuye de intensidad con la edad, muchas personas que han experimentado algunos de los síntomas más extremos, con el tiempo han ido disminuyendo, y los 40 o 50 años en la mayoría de ellos incluso han desaparecido.
¿Cómo se diagnostica el TLP?
Los trastornos de personalidad, como el TLP se diagnostican por un profesional de salud mental capacitado, como un psicólogo o psiquiatra. Los médicos de familia y médicos de familia en general, no suelen estar capacitados o bien equipados para realizar este tipo de diagnóstico psicológico. Así, mientras que puede consultar inicialmente un médico de familia acerca de este problema, se debe derivar a un profesional de salud mental para su diagnóstico y tratamiento.

Por desgracia, muchas personas con TLP no buscan tratamiento hasta que la enfermedad comienza a interferir de manera significativa o no afectar la vida de otra persona. Esto suele ocurrir cuando los recursos de afrontamiento de la otra persona se han agotado a la hora de lidiar con el estrés u otros eventos de la vida.
Causas del Trastorno Límite de la Personalidad
Todavía hoy no se sabe qué causa el TLP. Hay muchas teorías, sin embargo, sobre las posibles causas, sin embargo la mayoría de los profesionales apuntan a un modelo biopsicosocial de la causalidad, es decir, las causas son probablemente debido a la interacción de factores genéticos, sociales (por ejemplo, cómo una persona interactúa en su desarrollo temprano con su familia y amigos y otros niños), y psicológicos (la personalidad y el temperamento del individuo, moldeados por su entorno y su aprendizaje en habilidades para lidiar con el estrés de afrontamiento). Esto sugiere que ningún factor es responsable, más bien, es la naturaleza compleja y probablemente entrelazadas de los tres factores que son importantes. Si una persona tiene TLP, la investigación sugiere que hay un ligero aumento del riesgo para este trastorno que se “transmite” a sus hijos.
Tratamiento del Trastorno Límite de la Personalidad
Tratamiento del trastorno límite de la personalidad suele implicar psicoterapia con un terapeuta que tenga experiencia en el tratamiento de este tipo de trastorno de la personalidad. Los medicamentos también se pueden prescribir para ayudar con los síntomas preocupantes y debilitantes específicos.