miércoles, 5 de septiembre de 2018
Incienso del Himalaya y su magia
La magia del incienso del Himalaya
Uno de los ingredientes del Kifi
es la resina del olíbamo (incienso), puesto que entre los antiguos egipcios la resina de incienso gozaba de alta consideración entre los sacerdotes. Lo cierto es que los egipcios preparaban
tradicionalmente el Kifi en secreto y sólo unos pocos sabían la fórmula. Se dice que, desde tiempos remotos, el Kifi de origen se compone de hierbas especiales como la marihuana y resinas como el hachís. ¿Quién sabe?
El secreto de la composición exacta del sagrado y misterioso incienso Kifi, hoy en día, quizás sea sólo conocida por algunos
monjes Budistas Tibetanos. También pudiera ser que los expertos en egiptología hayan encontrado la hermética fórmula durante sus investigaciones.
En el antiguo Egipto el uso de incienso era una parte muy importante en sus costumbres rituales. El hecho de que todos los
ingredientes de cada una de las diferentes y selectas hierbas y otras sustancias de incienso se les atribuía propiedades místicas específicas.
Incluso los médicos egipcios realizaban sahumerios durante sus prácticas médicas para expulsar a los demonios (estados mentales
espirituales negativos) que sabían con certeza que eran los causantes de determinadas enfermedades, hoy en día las llamadas enfermedades psicosomáticas.
Para sus dioses, los egipcios utilizaban las más preciadas variedades de incienso. Estos artesanos de incienso, en los tiempos de los Faraones, sabían todos los secretos para la producción de incienso de alta calidad. Se ha podido constatar que en algunas de las preciadas vasijas encontradas en las cámaras funerarias de Tutankamón tenían guardadas cientos de clases de incienso que han conservado
todavía su magnífico aroma a través de los siglos.
La tradición del incienso en el
Budismo
Desde los tiempos de Buda, los seguidores del creador del Budismo han estado obsesionados por los aromas fragantes del
incienso. Puede ser que los primeros productos que los indios importaron fuesen los inciensos de Arabia y Egipto. Con el transcurrir de los tiempos desde la India y China hasta el Tíbet, sus habitantes han encontrado y experimentado el encanto de la magia del incienso. Especialmente la mayor predilección por el uso del incienso se da entre los Budistas del Tíbet, donde se quema en los ritos de iniciación de los monjes. También es cierto, y una costumbre fija de los rituales diarios celebrados en los monasterios y en los templos Budistas. El objetivo principal de los Budistas Tibetanos, en los que
intervienen los aromas, las vibraciones armónicas de los inciensos, es regar el apoyo de los espíritus benefactores para el ambiente. Hoy en día, para los
Budistas, el incienso es parte de sus vidas, y éste desde luego, no puede faltar en fiestas y ceremonias.
Para los tibetanos el incienso se quema con motivo de costumbres sociales, como el bautismo, las bodas y en muchas otras
ceremonias.
El incienso tibetano es uno de los más antiguos y naturales que existen actualmente en el mercado mundial. Es una artesanía
milenaria y, desde luego, todo el incienso está hecho a mano. Hasta el secado del incienso se hace a pleno sol. Es un incienso integral.
El incienso tibetano es de un material selecto y de alta calidad, conteniendo éste sustancias aromáticas bien conocidas como
almizcle, sándalo rojo y blanco, azafrán, canela, etc. Y compuesto de hierbas y raíces del Himalaya, con un total de 25 y hasta 35 ingredientes secretos.
Ha sido elaborado según las viejas y secretas fórmulas que descubrieron hace siglos los Rimpoches (venerados lamas
iluminados) y esmerados procesos que han sido transmitidos de generación en generación. “Que prevalezca la paz en aquella casa donde el incienso se quema.” El incienso se utiliza también en el Budismo Japonés, al igual que en
el sintoísmo, la religión originaria del Japón, inspirado por el Budismo
Tibetano.
El uso espiritual de los inciensos
Hoy en día vivimos en una época de
redescubrimiento de los inciensos. La energía, las vibraciones armónicas que vibran tras las hierbas, flores, raíces, maderas nobles y especias, como una
cortesía celestial, un regalo aromático de la naturaleza.
El incienso se ha utilizado desde tiempos remotos para conducir al hombre a un estado elevado de consciencia, con el objetivo de
abrir la puerta a lo espiritual y lo divino. Es símbolo de la presencia
vibratoria divina, favorece la creación de una atmósfera de manera subliminal, que facilita la concentración y los estados de meditación. El incienso encendido desprende su fuerza, junto con sus sutiles vibraciones y su aroma
típico.
Los científicos saben que el incienso actúa en un sentido refinado y, de una manera misteriosa, influye en nuestras emociones y en la profundidad de nuestros sentimientos que provocan estados elevados de
nuestra consciencia.
Los usos del incienso son múltiples:
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Para generar buenas vibraciones y liberar una fuerza energética.
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Para conjurar y expulsar malos influjos y energías.
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Para concentrar fuerzas y dirigirlas a un objetivo.
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Para crear una atmósfera plenamente adaptada a una
actividad luminosa que tiene intención de ejecutar.
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Para purificar lugares antes de realizar rituales benéficos y espirituales.
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Para la curación física y psíquica.
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Para facilitar la meditación en grupo o individualmente.
El incienso desprende un aroma agradable y, al mismo tiempo, penetrante para la percepción de emociones y procesos psíquicos.i
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