Baño de sonido: La música como terapia
El aire impregnado por una fresca esencia de inciensos invade la shala de terapias. Al entrar, los pacientes se acomodan en mats (esteras) colocadas en el piso. Cierran los ojos y una suave vibración sonora estimula al cuerpo que está tratando de liberarse, como pide el terapeuta para iniciar la sesión.
El golpe seco de un tambor chamánico emite una vibración que se siente como el latido del corazón y se mezcla con el sacudón del tambor oceánico relleno de semillas, que evoca el sonido de una tarde lluviosa, a esto lo acompañan el trinar de los pájaros celebrando un festin. En pocos minutos, los sonidos logran crear un paisaje muy distante a la sala de terapias, en el que un canto de mantras completa la sensación de estar en otro lugar.
Esta una de las formas en las que se practica la sonoterapia, un método de relajación que aprovecha el poder de los sonidos para sanar. Contiene técnicas ancestrales que ahora son usadas en la medicina alternativa. Se puede realizar de forma independiente o acompaña a otras terapias como el Reiki (técnica de sanación con las manos).
En estas terapias, la mente inicia una lucha interna para dejar de repasar todo lo que ocurrió en el día y concentrarse solo en los sonidos, los cuales ofrecen una sensación de bienestar. Al ritmo de los cuencos tibetanos y de cuarzo, el cuerpo empieza a responder a los estímulos.
La práctica de la sonoterapia es el resultado de una combinación de saberes, usando técnicas orientales, principalmente, los cuencos tibetanos.
Los instrumentos chamánicos se emplean para curar el cuerpo, a diferencia de los de metal, como los cuencos tibetanos, que actúan en la mente, y los Cuencos de Cuarzo que actúan en el alma, el corazón y el ADN.
Los instrumentos están construidos con materiales como el cuero, la madera y las semillas, vinculados con la Pachamama. Los usamos para que la persona reconozca su cuerpo, y los combinamos con los otros instrumentos para trabajar con la mente y el espíritu, porque buscamos el equilibrio.
En el Dharmashala utilizo los instrumentos como baño sonoro para masajear el cuerpo inteligentemente en puntos específicos.
Cuando nacemos, todas las personas recibimos un sonido, lo que buscamos en esta terapia es que el cuerpo lo identifique y reaccione. Esa técnica se conoce como identificación de sonidos originales, que consiste en encontrar el estímulo que provoca una reacción diferente en el cuerpo.
Para lograr ese efecto, empezamos con un sonido bajo, que lo generan las maracas y llegamos al nivel más alto con los sonajeros hechos con las semillas. El cuerpo reacciona diferente, porque cada instrumento tiene una función específica. Tambien usamos sonidos de pájaros. Estos sonidos ingresan al cuerpo como vibraciones y eso produce un masaje sin la necesidad de usar las manos. Feliz viaje sonoro!!
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