miércoles, 22 de agosto de 2018

Budismo, el Ocultismo y las enseñanzas inferiores

Comienzo por definir “Enseñanzas Inferiores”.

Basado en el criterio de la Quíntuple Comparación, la Primera Etapa de ésta, desarrolla el concepto de que Budismo es Superior a No Budismo. Es decir que toda clase de religión, filosofía, moralidad y ética que no sea Budismo cae en la categoría de No Budismo, cabe especificar aquellas como el Cristianismo, el Islamismo, el Confucionismo, Judaísmo, el Taoismo, el Brahmanismo, el Maoísmo, entre otros, son muy conocidos en todo el mundo; aun cuando se les pueda considerar, en algunos casos Enseñanzas Superiores, estos conceptos No Budistas de la vida no son tan profundos como aquellos del Budismo, en la medida en que no aplican la totalidad de la vida y la Ley de Causa y Efecto que penetra en las tres existencias de pasado, presente y futuro y que se encuentra en el ser como individuo enclavado en una comunidad en la cual se desenvuelve. (Material de Estudio Nº 4, Mayo 1997, Pág. 30)
Tomo palabras de Richard Causton en su disertación sobre “La Ley del Universo, capítulo, Quién es causa de su mal” para explicar lo siguiente: “En el pasado, antes de que la lógica del método científico prevaleciera en la observación de la realidad, los fenómenos de los cuales no se conocían las causas, se atribuían a la obra de Dios o de La Suerte o bien a Poderes Mágicos. Hoy, la ciencia ha demostrado que esos “fenómenos misteriosos”, no son más que efectos particulares de causas específicas. El trueno, por ejemplo, es producido por una descarga eléctrica en la atmósfera y no por la ira de los dioses.”
He aquí donde aparecen las enseñanzas inferiores que aplican básicamente en el ocultismo y ciencias ocultas, la magia y todo lo concerniente a la brujería y sus ramificaciones, al igual que a la astrología. Vuelvo a citar a Richard Causton en la misma disertación: “Muy a menudo, la causalidad es ignorada simplemente porque no nos conviene, porque no se adapta a nuestras convicciones. Cuando, por ejemplo, sufrimos por una relación infeliz, difícilmente reconocemos que nosotros mismos hemos establecido las causas de nuestro sufrimiento. Otras personas quieren creer que sus vidas son parte de un programa más amplio, o de un diseño, que, para quien sigue la astrología, está trazado en las estrellas.”
En épocas de dificultad como la nuestra, donde pareciera que todo es imposible de cambiar y solucionar, recurrimos, por la dificultad de mantenernos firmes en nuestras convicciones, a buscar soluciones fáciles y respuestas mas moldeadas a nuestras individuales conveniencias. Tal es el caso de las ciencias ocultas, la brujería o “que nos echen las cartas”.
Cuando buscamos la solución fundamental a todo aquello que nos aqueja, es muy fácil recurrir a estas enseñanzas no Budistas, ya que son una especie de atajo que nos hace sentir aliviados frente a nosotros mismos, excusando a veces actitudes irresponsables frente a hechos de nuestra cotidianidad, tales como relaciones humanas conflictivas, problemas financieros, entre muchos otros. Esta especie de esclarecimiento aparente, jamás encuentra la causa interna y se enfoca de manera exclusiva en elementos externos que no ayudan en lo absoluto en la consecución de resultados y soluciones a nuestros problemas, tal como lo contempla la Práctica del Budismo de Nichiren Daishonin.
“Nunca busques este Gojonzon fuera de ti mismo. El Gojonzon existe solo dentro de la carne mortal de nosotros las personas comunes que abrazamos el Sutra del Loto y entonamos Nam Miojo Rengue Kyo. El cuerpo es el palacio de la Novena Conciencia, la realidad inmutable que reina sobre todas las funciones de la vida”, (Major Writings, Vol. 1 m.p. 213).
Siguiendo la idea conceptuada en el Seikyo Criollo de Abril de 1996, Nº 293, Pág. 10, que toca el tema del Budismo y Ciencias Ocultas, citamos las siguientes palabras encontradas en el “Tratado sobre la Recitación del Daimoku del Sutra del Loto”: “Se debe distinguir sobre lo que es justo y lo que es erróneo desde el punto de vista de la Ley. Jamás se debe creer en potencias sobrenaturales ni poderes superiores a los cinco sentidos”.
El Budismo es una enseñanza basada en la razón, es decir, una Filosofía. El concepto de las Nueve Conciencias nos permite comprender, que desde el punto de vista Budista, la creencia en las ciencias ocultas es incorrecta. “Las Nueve Conciencias son: los cinco sentidos del tacto, el gusto, el oído, la vista y el olfato, la sexta es la conciencia del mundo material, la séptima, la conciencia del mundo espiritual, , la octava, la conciencia Kármica, la novena, la conciencia Fundamental Universal que el Daishonin definía como Nam Miojo Rengue Kyo”. (Seikyo Criollo, Diciembre, 1990, Nº 245, Pág. 11).
Las primeras cinco corresponden a los cinco sentidos mediante los cuales percibimos el medio ambiente material. La sexta conciencia (del Mundo Material) es donde la información proveniente de éstos es analizada y se hace coherente. Es en este caso donde diferenciamos qué es lo que tenemos en nuestro entorno inmediato, una persona es una persona y no un árbol, por ejemplo. Es allí donde se filtra la información y hacemos nuestra toma parcial de decisiones, tal es el caso de ubicarnos en un espacio y determinar que es peligroso y que no, para poder seguir adelante con nuestras acciones basadas en nuestra experiencia sensorial y perceptiva. La séptima conciencia o conciencia del Mundo Espiritual es donde pensamos, formamos ideas, analizamos problemas, divagamos y analizamos, filosofamos y tomamos en cuenta que acción debemos tomar, es nuestra respuesta salida del mundo interior. Estas siete primeras conciencias forman lo que conocemos como nuestras mentes concientes, es decir nuestra cotidianidad mientras estamos despiertos o en vigilia. No obstante lo expuesto anteriormente, la octava conciencia o conciencia kármica, sirve como depósito de nuestro Karma; todas las palabras, pensamientos y acciones, causas en forma general a nivel conciente o no, sensaciones y sentimientos, recuerdos buenos y malos. Todo ello vinculado en las tres existencias de pasado, presente y futuro, a lo largo de la eternidad de nuestra existencia y no existencia que encontramos claramente definida en el concepto de Las Tres Verdades. Las Tres Verdades son: 1.- La verdad de la existencia temporánea, física y material (ketai); 2.- La verdad de la no sustancialidad, el aspecto espiritual de la vida (kutai) y 3.- La verdad del Camino del Medio (chutai), la fuerza o energía que une y armoniza ketai y kutai. Para indicarlas, se utilizan las formas abreviadas de ke, ku y chu. Ke y ku son dos aspectos diferentes, pero inseparables de chu. Nichiren Daishonin afirma que chu se refiere a Nam Miojo Rengue Kyo, ritmo o Ley de la vida misma, mientras ke y ku se refieren respectivamente a Mio y Jo (de Nam Mojo Rengue Kyo), términos a través de los cuales se expresa la vida. Los conceptos expresados por las Tres Verdades se analizan separadamente solo para facilitar la explicación, dado que en realidad cada una de las tres contiene los otros dos aspectos de la vida. Es importante entender que representan un instrumento para examinar la entidad de la vida desde tres perspectivas diferentes, pero interdependientes. (Richard Causton en su disertación sobre “La Ley del Universo”, Capitulo El despertar de la Bella Durmiente). He aquí la conexión entre las Nueve Conciencias y Las Tres Verdades, a través de nuestra existencia y no existencia, vinculadas en esencia con la eternidad de la vida y Nam Miojo Rengue Kyo, que representa en sí, el eje primordial de la Vida, entendida en su eternidad.
La octava conciencia, actúa en un plano diferente a las siete primeras. Nuestra manera de reaccionar espontáneamente a una situación especial, nuestras corazonadas, opiniones subjetivas e interpretaciones basadas en nuestra naturaleza innata y experiencias pasadas, son todas manifestaciones de nuestra octava conciencia.
La misma define las circunstancias en las que nacemos, y continua influyendo sobre nuestras acciones, dando forma así a nuestro medio ambiente particular, de momento a momento a lo largo de nuestras vidas. Todos tenemos experiencias de esto, especialmente en lo que respecta a situaciones obviamente recurrentes, como cuando una persona propensa a los accidentes tiene otro percance. Sin embargo, la influencia de nuestro karma puede verse también en cosas aparentemente insignificantes; por ejemplo en el tipo de personas que se acercan a hablar con nosotros en las fiestas. (Seikyo Criollo, Diciembre, 1990, Nº 245, Pág. 11).
La octava conciencia se hace, predominante cuando dormimos, y aparece en forma de sueños y cosas semejantes. En esencia, podríamos afirmar que es la base de nuestra individualidad, debido a que, cuando morimos, es la octava conciencia la que persiste como “el ser no manifiesto (Ku)”, para formar la base de nuestra siguiente existencia corpórea (Ke) en forma física, de acuerdo con las causas que hemos hecho en ésta y otras existencias.
El factor común de la vida misma que nos une a todos, junto con el resto del universo, es la novena conciencia, la pura y constante fuerza vital universal, de la cual todas las otras conciencias obtienen su energía. (Seikyo Criollo, Diciembre, 1990, Nº 245, Pág. 11).
Pero, ¿Cómo podemos armonizarnos conscientemente con esta fuerza vital y hacer uso de nuestra sabiduría natural para realizar las acciones correctas para nosotros mismos y la sociedad en que vivimos? Nichiren Daishonin reveló que la novena conciencia es Nam Miojo Rengue Kyo y enseñó que para aprovecharla debíamos sencillamente entonar la frase misma. En otras palabras, el fin y el medio para alcanzarlo son uno y lo mismo. También incorporó la ley Nam Miojo Rengue Kyo en la forma del Gojonzon
Entonces, armonizarnos con la novena conciencia no significa que debamos ser “raros” en forma alguna. Todo lo que tenemos que hacer es entonar Nam Miojo Rengue Kyo con fe. (Seikyo Criollo, Diciembre, 1990, Nº 245, Pág. 11).
Al hacer esto, las otras ocho conciencias son iluminadas por la luz de la novena. Como resultado de ello, desarrollamos gradualmente nuestra energía y libertad, viéndonos cada vez menos limitados por nuestra percepción distorsionada de la realidad producida por los dictados de nuestro karma. Miramos hacia el futuro con un espíritu cada vez más vigoroso, y usamos nuestra alegría recién descubierta de la forma más creativa y valiosa posible. Descubrimos que tenemos más y más opciones, y menos obligaciones externamente impuestas. (Seikyo Criollo, Diciembre, 1990, Nº 245, Pág. 11). No olvidemos que la libertad se consigue día a día con nuestras batallas ganadas a partir de nuestra entonación de Daimoku y que la sabiduría es el resultado de la gran batalla que hace la inteligencia para esconderla de nuestros esfuerzos de fe.
Nosotros, los seres humanos o mortales comunes del Día Posterior de la Ley, tenemos la posibilidad de desarrollar los cinco sentidos hasta un punto asombroso, es decir, desarrollar las cinco primeras conciencias, sin embargo cuando se trata de la sexta, necesitamos de un proceso más complejo, para interpretar nuestro entorno, tanto externo, como individual. Es allí donde se manifiestan las dudas en relación a la comprensión real de nuestras circunstancias volcando así nuestras inquietudes al mundo exterior, haciendo que éste sea el responsables de nuestros acontecimientos diarios, incluso buscando en ese mundo exterior respuestas que sólo se hallan en nuestro interior (octava y novena conciencia).
Según podemos entender, en el Budismo, los poderes sobrenaturales equivalen al poder de la clarividencia (entendida en el sentido de “El que percibe los fenómenos con claridad”). Estos poderes sobrenaturales no van mas allá de lo que podemos racionalizar a partir de nuestra comprensión del mundo real de los fenómenos y su conexión con elementos tangibles, o podríamos decir Nuestra Historia Particular. Cuando intentamos ir más allá de nuestras percepciones caemos en el mundo especulativo y subjetivo, tal como lo dice el concepto de “ciencias ocultas”, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, vigésima edición: “Conocimientos y prácticas misteriosas, como la magia, la alquimia (ocultismo, nigromancia, taumaturgia, charlatismo), la astrología, etc., que desde la antigüedad, pretenden penetrar y dominar los secretos de la naturaleza”. En nuestra sociedad tan vinculada con tradiciones Afro descendientes, Gitanas y culturas propias de indígenas de nuestras tierras (Caribes, Wayu, Pemones, Yekuanas, etc.), respetando por supuesto a todas ellas y a su ascendencia sobre la sociedad Venezolana actual, hemos aprendido a adornar nuestras creencias con rituales esotéricos sin sustento filosófico y racional (ver la Tres Pruebas o Sansho, Prueba Documental, Prueba Teórica y Prueba Real). Todo esto nos conduce a un mar de adornos eclécticos a las filosofías de vida que profesamos, cualquiera que ésta sea. Tal es el ejemplo de la religión Cristiana que adorna con sus rituales a espiritistas, santeros y todo tipo de practicantes, que por su falta de profundidad, recurren a creencias de mayor valor histórico para sustentar las suyas propias. O aquellos que con elementos o medios externos (echadores de cartas, runas etc.) pretenden definir el futuro y sus consecuencias con papeles o piedras u otros materiales simbólicos. Daisaku Ikeda nos muestra en qué ámbito y qué es lo que podemos entender como sobrenatural y nos enfoca en las tres pruebas, en su disertación: “La única manera de cimentar un futuro pacífico es educar a cada joven sucesor para que sea un adulto con la capacidad de mil personas”.
(Para la forja del Grupo Futuro)
Daisaku Ikeda, Presidente de la SGI.
Y dice así:
Si adoptamos una actitud negativa y pensamos: “¿Por qué no logro los resultados que quiero, cuando ya he estado empeñándome tanto?”, es muy probable que, por esa misma actitud, no veamos resultado alguno. La fe no debería basarse en las reacciones temperamentales, sino por desarrollar coraje y valentía. Para ser felices, tenemos que tener una fe valerosa. Acorde con la siguiente historia, la reina Pura Virtud posee una sabiduría que proviene de su misericordia y de su solidaridad benevolente. Por eso ella sabe que los hijos no lograrán nada, si enfrentan abruptamente al padre para hablarle del Budismo. Así que, les aconseja cómo actuar. Les dice: “Tenéis que manifestar algún prodigio sobrenatural frente a él. Cuando lo vea, su mente sin falta se purificará y se limpiará, y entonces nos dejará que vayamos junto al Buda”. En otras palabras, entiende que no va a servir de nada con tan sólo pedirle al padre que cambie. Así que los “orienta” de qué forma proceder, mostrarle al padre con sus acciones, que ellos mismos han cambiado.
Luego, los dos hijos van directamente hacia el padre a mostrarle sus facultades sobrenaturales. Saltan en el aire y allí caminan de un lado a otro, libremente, y se echan de espaldas; generan fuego y agua en su propio cuerpo, y luego recuperan su forma original. El Sutra explica que manifiestan todas estas cualidades sobrenaturales por su amor genuino y su benevolencia hacia el padre. Lo cierto es que el Rey Adorno Maravilloso se queda fascinado al ver la capacidad sobrenatural de sus hijos. No hay ningún padre o madre que sea indiferente al ver el desarrollo espléndido de sus hijos… y finalmente el Rey une las palmas de las manos y le dice a sus hijos: “¿Quién es vuestro maestro? ¿De quién sois discípulos?”. Y ambos le responden, con orgullo: “Nuestro maestro es el Buda que expone el Sutra del Loto, y nosotros somos sus discípulos”. Entonces, el Rey decide: “Me gustaría ir ya mismo a conocer a vuestro mentor. Podéis venir conmigo”.
La anterior historia revela que la fe puede lograr hacer posible, hasta lo que parece imposible de lograr. En otras palabras las cualidades sobrenaturales se refieren a la transformación de nuestras vidas como seres humanos. El Presidente Ikeda dice: “Así es la fuerza de las pruebas reales. Nada es más fuerte que un resultado concreto. Los hijos del Rey muestran una sorprendente prueba de su revolución humana”. El Daishonin dice: “Nada es más certero que la prueba real”. Y también en otra parte dice: “Más valiosa que la razón y que la prueba documental es la prueba de los hechos concretos”.
En especial, los familiares necesitan ver pruebas reales, porque son los que más nos conocen. Por muy importantes que aparentemos ser fuera del hogar, nuestra familia es la que nos conoce tal como somos dentro del hogar. En pocas palabras, al final lo que cuenta es nuestra revolución humana y no dejarnos desalentar si al principio, nuestros familiares no aceptan nuestra práctica. Dependerá de nuestra sabiduría, misericordia y persistencia el que podamos acercarlos a la práctica de nuestra fe.
El poder de la clarividencia y entendido como fue explicado anteriormente puede ser desarrollado con un entrenamiento adecuado y vincularse con nuestra capacidad de entender el mundo fenomenológico a través de nuestros cinco sentidos (las primeras cinco conciencias) y los fenómenos sobrenaturales basados en la anterior explicación de Ikeda, vinculados con nuestro entorno material y espiritual (sexta y séptima conciencia), entendiendo que nuestra experiencia y capacidad intuitiva se vincula de manera relativamente sencilla con los acontecimientos de nuestro entorno, pudiendo así deducir lo que puede suceder en un momento dado a las personas o a la sociedad en forma general. Los poderes sobrenaturales están vinculados y limitados con la sexta conciencia (el mundo material). La séptima, como ya explicamos anteriormente, está vinculada al mundo espiritual, y no al mundo de los fenómenos tangibles, por lo tanto es imperceptible desde el punto de vista práctico y para los fines que pretenden usar los practicantes de “Enseñanzas Inferiores”.
“El Origen Dependiente es uno de los conceptos budistas más importantes. Sostiene que todos los seres y fenómenos existen u ocurren en relación a otros seres o fenómenos. Todo se halla entrelazado en una intrincada red de causas y conexiones. Nada puede existir u ocurrir –ni en el mundo de los asuntos humanos ni el de los fenómenos naturales- sólo por su propio antojo”. (Daisaku Ikeda. El Nuevo Humanismo, Pág. 260).
Sin embargo cuando hablamos de la octava conciencia, nos encontramos tan alejados del mundo tangible que resulta complejo su entendimiento, trasciende nuestra percepción. Según el concepto del Gran Vehículo, la octava conciencia corresponde a la Ley del Corazón. No obstante, ella incluye también las tribulaciones y los sufrimientos. La novena conciencia equivale al “palacio de la Ley del Corazón” y permite la purificación de las seis conciencias. (Seikyo Criollo de Abril de 1996, Nº 293, Pág. 10).
Cuando practicamos correctamente las Enseñanzas de Nichiren Daishonin de la manera en que nos guía la Soka Gakkai, despertamos a nuestra Budeidad Interior y comprendemos con nuestra vida que a través de la fuerza de Ley Mística es posible librarnos de los sufrimientos, esto no es otra cosa que manifestar nuestra Budeidad.
Es necesario que practiquemos el Budismo tal como lo enseña el Buda. En el Gosho Carta a Niike Saeno no-jo, Nichiren nos expone lo siguiente: “La fe en este Sutra significa que usted, con toda certeza, manifestará la Budeidad si es fiel a la totalidad del Sutra del Loto, y si se adhiriere a sus enseñanzas con exactitud, sin agregarles ninguna idea propia y sin seguir las interpretaciones arbitrarias de los demás.” (Nuevo Milenio, Vol. 2, “Los principales escritos de Nichiren Daishonin”, Pág. 76). Esta frase del Gosho puede parecer sumamente limitativa y fuerte, particularmente a nosotros en Occidente, que nos fascina exponer nuestras ideas abiertamente y aplicar nuestros puntos de vista sobre todos los aspectos que manejamos, pensamos y vemos en nuestro entorno, abstractos o no, exponiendo constantemente nuestros criterios sobre cualquier tema. Sin embargo, si deseamos llegar al Camino de la Budeidad en esta existencia, hemos de tomar la guía correcta y seleccionar el Maestro que nos lleve por ese camino de manera absoluta, tal es la convicción que debemos tomar y para ello practicamos en la Soka Gakkai junto a nuestro mentor Ikeda Sensei.
Debemos aprender a ser Maestros de Nuestra Mente y de nosotros mismos, tal como lo dice Ikeda Sensei. “Vivan fieles a ustedes mismos, decía Mis maestro Josei Toda, segundo presidente de la Soka Gakkai. Sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y salió de ese espanto más que decidido que nunca para trabajar por la Paz. En la anomia que se cernía sobre el Japón luego de la derrota bélica, mientras el pueblo se debatía entre la desolación espiritual y la subversión de todos los valores establecidos, Toda regresó al mismísimo punto inicial, a la condición humana, y nos exhortó a que recreáramos nuestra propia Revolución Humana interior. Su enseñanza revitalizó la enseñanza del Buda Shakyamuni: cada uno es su propio maestro, y uno tan bueno, como ningún otro podría serlo; si nos disciplinamos bien, lo que obtendremos será un maestro sin parangón. A este mismo proceso, en términos modernos lo llamamos Revolución Humana. (Daisaku Ikeda. El Nuevo Humanismo, Pág. 66)
Cualquiera que sea nuestro Karma o sufrimiento, si perseveramos en la práctica, podremos purificar nuestra vida y lograr nuestra Revolución Humana. Esto no es otra cosa que asumir con responsabilidad la Ley de Causa y Efecto en nuestras vidas, evitando atribuir a los demás o a factores externos, aquello que nos sucede, sin escapar de la realidad que nos cobija en nuestra vida diaria, es así que entonando Nam Miojo rengue Kyo podremos manifestar nuestro naturaleza de Buda, cualquiera que sea nuestra situación actual. La creencia en Ciencias Ocultas y Enseñanzas Inferiores son muestra de una búsqueda basada en nuestra Oscuridad Fundamental, que niega la esencia misma de nuestra naturaleza de Buda y nos dirige de manera inequívoca a la tergiversación de la realidad fenomenológica y nos lleva igualmente a la creación de antivalores en nuestra existencia actual, por responsabilizar y esperar de factores externos la solución y respuestas a nuestro diario acontecer.

martes, 14 de agosto de 2018

Los miomas y sus emociones


CAUSAS EMOCIONALES DE LOS MIOMAS UTERINOS
El Universo bendice a la mujer con el don de dar la vida a través de uno de los órganos más sagrados: el útero, que desde el plano espiritual y energético recibe el nombre de «vida».
En el útero poseemos un importante centro de captación de energía femenina que contiene vida, es vida y genera vida, por eso su nombre no podría ser más adecuado.
Es uno de los órganos más importantes para la mujer en todos los planos y por ello, también es uno de los más delicados física, emocional, psicológica, energética y espiritualmente, porque en él se manifiestan todas nuestras actitudes equilibradas y desequilibradas como mujer.
¿Las mujeres cuidamos adecuadamente del útero? ¿Tenemos noción de la importancia que el útero tiene en nuestra vida? ¿Por qué no todas las mujeres sufren este tipo de anomalías en su útero?
Las emociones nutren y alimentan las células de cada órgano de nuestro cuerpo de forma negativa o positiva.
La energía del útero debe estar equilibrada, ya que contiene un centro de energía importante que se desequilibra con facilidad con nuestras actitudes, miedos, inseguridades y recelos.
Este centro está conectado a la energía de la diosa que crea y sustenta vida en todos los planos, la energía de la feminidad y de la madre.
Esta energía también crea proyectos, sueños u objetivos de vida; en la capacidad de fertilizar una semilla que con amor, dedicación y empeño dará su fruto.
Pero, cuando esa semilla no tiene el alimento adecuado, en muchos de los casos surgen los miomas.
El alimento perjudicial para el útero son sentimientos que desvalorizan la energía femenina de creación, maternidad y fertilidad.
El desarrollo desmesurado de esa primera célula muscular está provocado por un patrón de pensamiento negativo, prolongado durante un largo periodo de tiempo, en muchos casos, incluso hereditario. Pero atención, no es hereditario el mioma, sino el patrón de pensamiento que lleva a que este aparezca.
Existen dos sentimientos principales, que generan el cuadro de aparición de este tumor benigno: desvalorización como mujer y abuso, que se reflejan en todas sus facetas como mujer mamífera.
Si la mujer ha vivido en un ambiente en el que su madre, abuela, hermanas, tías o incluso amigas cercanas no tienen una autoestima elevada, la mujer resuena con lo que ha convivido, se alimenta de ello, por eso, posee un porcentaje elevado de posibilidades de heredar un cuadro emocional negativo similar al de las mujeres de su entorno.
El sentimiento de desvalorización y abuso, en muchos casos la mujer no tiene noción consciente de que los padece, pero son una pequeña semilla negativa que se ha enraizado en su útero y que alimentan poco a poco un mioma, que también podríamos decir que es un grito desesperado de su útero pidiéndole que cure su feminidad, su energía y capacidades mamíferas, así como el centro energético que genera vida, el propio útero.
Se estima que entre un 40 y 80% de las mujeres en edad reproductiva son portadoras de miomas, afectando sobre todo entre un 20 y un 40% de las mujeres mayores de 30 años.
Durante la infancia e inicio de la adolescencia, las niñas alimentan un enorme deseo de crecer, ser mujeres adultas como sus madres para tener una vida libre y formar su propia familia.
Por ello observan e imitan actitudes, intentando engañar al tiempo y crecer más rápido; en esta fase de sus vidas, en la mayoría de los casos no existe la presión o preocupación de agradar a alguien, de «estar a la altura», solo de crecer y convertirse en una mujer plena.
Pero el tiempo pasa y llega ese momento, en el cual se da un salto de conciencia y en muchos de los casos surgen las presiones e inseguridades, algunas en el núcleo íntimo o familiar, pero también social.
Ya que existe un inconsciente social colectivo femenino en el cual está «estipulado» que la mujer entre los 20 y 35 años, debe casarse, formar familia y tomar las riendas del matriarcado, pero ¿qué sucede cuando las prioridades de la mujer o sus propios ciclos femeninos o kármicos no acompañan el prototipo que el mundo ha establecido para ella?
Lentamente la mujer empieza a sentirse diferente, inferior y desvalorizada, porque el papel principal que la sociedad ha creado para ella como mujer «madre –ama de casa– matriarca de una familia» no están siendo cumplidos.
Ahí inicia la semilla para un mioma, que no es más que la manifestación de un conjunto de sentimientos negativos que hieren su centro femenino, el centro que generará la vida de un bebé, preparando así un terreno para recibir un mioma que de forma inconsciente ocupa el mismo lugar que un bebé.
Este mioma es el refugio de todos sus sentimientos de desvalorización como mujer, es su nuevo hogar. Resentimiento, miedo, culpa, tristeza, abuso, etc., forman una masa de desvalorización que en su edad fértil se instala en su útero, porque la mujer se siente incapaz de generar o dar vida.
En este caso no está relacionado únicamente con engendrar una nueva vida, sino con dar vida y crear aquello que siempre ha querido. De la mano de la desvalorización vienen la sumisión y el abuso, pues, ya que ella no consigue generar nada, deja que su pareja o personas de su ámbito familiar o laborar abusen psico-emocionalmente de ella, siendo la mujer sumisa su propia desvalorización.
Toda mujer tiene instinto de creación durante la edad fértil, por eso, cuando la mujer entra en una fase menopáusica también cambia su ciclo energético, es momento de seguir recogiendo los frutos de todo aquello que ha sembrado a lo largo de su vida. El mioma es la semilla no el fruto, por eso, difícilmente aparecen en esta nueva etapa de sus vidas.
La mayoría de las mujeres no conocen su propio cuerpo, mucho menos un órgano tan delicado como el útero, que contiene toda su esencia. A través del centro energético del útero, la mujer co-crea, genera vida o destruye su propia vida con la desvalorización de sus capacidades y cualidades como mujer.
Además es importante acrecentar que muchas mujeres no inician su vida sexual como desearían. Pierden la virginidad por el sentimiento de sumisión al miedo de perder a su pareja, a la que creen que aman incondicionalmente.
Se olvidan que el amor es libre e incondicional, por lo tanto no tendría que estar condicionado por miedo a ser rechazada o juzgada por seguir el ritmo marcado por su feminidad y ritmos biológicos, no por un cuadro de sentimientos negativos.
Muchas veces las mujeres se aventuran a tener relaciones sexuales cuando no se sienten preparadas, creando un trauma y patrón energético de desvalorización y sumisión, que aumenta un terreno uterino fértil para generar un mioma.
En muchos casos los miomas son asintomáticos, sobre todo en aquellos casos en los que la mujer no quiere sentir, ni el placer ni las heridas emocionales que han provocado el mioma.
En estos casos, suele aumentar su tamaño (al igual que sus sentimientos negativos), pero no las señales de que el mioma es residente en su útero.
Pero en otros caso, los miomas provocan un cuadro de síntomas notables como: periodos menstruales dolorosos y prolongados, sangrados entre los periodos, necesidad de orinar con frecuencia, calambres pélvicos, sensación de presión en la parte baja del abdomen o dolor durante las relaciones sexuales, son algunos de los síntomas más frecuentes que surgen en las mujeres con los traumas más intensos y presentes en su día a día, mujeres muy sensibles y sensitivas, a las que su cuerpo le da señales del dolor que le provocan sus heridas emocionales y le indican que el mioma es sinónimo de necesidad de curar su feminidad.
De forma inconsciente, muchas de ellas, quedan estancadas en un patrón de desvalorización, sumisión y pérdida de su verdadera identidad femenina. Identidad que alimenta y equilibra el centro energético de su útero.
El útero y todas sus cualidades femeninas de creación, debe ser cuidado como un órgano de vital importancia para todas las hembras del planeta.

domingo, 12 de agosto de 2018

Las consecuencias del consumo de alcohol

Las bebidas alcohólicas son ampliamente producidas, vendidas y consumidas por personas de todo el mundo. Para algunas personas, el consumo de alcohol es una parte integral de su estilo de vida. Hay investigaciones sustanciales que muestran los efectos físicos negativos del alcohol en el cuerpo, como un cambio en el estado de ánimo o en el comportamiento, inflamaciones hepáticas e incluso el desarrollo de cáncer. Sin embargo, lo que no se le dice a la gente con tanta frecuencia son los efectos espirituales y las consecuencias del consumo de alcohol.
Los orígenes del alcohol Incluso el propio alcohol del mundo es suficiente para causar vacilación en su consumo. “Alcohol” tiene raíces árabes que provienen de la palabra “al-kuhl”, que significa “espíritu come-cuerpos”. También tiene conexiones con el término inglés para “ghoul” que se usó en muchos casos para referirse a un demonio devorador de humanos. Suena un poco sospechoso para mí. La ciencia detrás del alcohol parece apuntar a una vibración similar también. El alcohol se utiliza para extraer la esencia del alma de una entidad. Por ejemplo, se utiliza para hacer tinturas y extractos de hierbas y otras sustancias. ¿Por qué el alcohol no tendría un efecto similar en el cuerpo humano? El consumo de alcohol en el cuerpo puede, en cierto sentido, extraer la esencia del alma, permitiendo que el cuerpo se vuelva más susceptible a las entidades vecinas (egregores/tulpas). Hay una razón por la que ciertas bebidas alcohólicas se denominan “bebidas espirituosas”! Muchos creen que el consumo de alcohol hace que el alma o el espíritu abandone el cuerpo, permitiendo así que una entidad oscura tome el control. Se cree que esta es la razón por la que la gente se desmaya después de consumir cantidades excesivas de alcohol. Esto también puede explicar por qué muchas personas cambian su voz, estado de ánimo y comportamiento después de beber mucho alcohol.

El lado de la comercialización del consumo de alcohol
Por lo general, el alcohol se comercializa de una manera única que también cuestiona su origen. Muchos anuncios de alcohol están incrustados con imágenes y mensajes ocultos que generalmente sólo se perciben a través del subconsciente. Debido a que nuestra toma de decisiones está influenciada en gran medida por nuestro subconsciente, esta técnica se utiliza para engañar a las personas para que compren y consuman alcohol.
Tal vez en nuestras mentes correctas nunca soñaríamos con hacer daño físico y espiritual a nuestros cuerpos y almas, y por lo tanto la coerción a través del marketing subliminal es necesaria. Definitivamente te hace pensar!

Los Efectos Dañinos del Alcohol
No hay duda de que el alcohol es físicamente dañino para el cuerpo, ya sea que se consuma en una sola ocasión o a lo largo del tiempo. 

El cerebro
El alcohol puede afectar la forma en que el cerebro se ve y funciona, cambiar su estado de ánimo y hacer que sea difícil pensar con claridad.
Corazón
Los consumidores de alcohol tienden a tener un mayor riesgo de miocardiopatía, accidente cerebrovascular, hipertensión arterial y arritmias.
Sistema inmunológico
Beber en exceso puede debilitar el sistema inmunológico y especialmente ponerlo en riesgo de neumonía y tuberculosis.
Cáncer
El alcohol puede aumentar el riesgo de cáncer en el hígado, los senos, la boca, el esófago y la garganta. Páncreas
El consumo de alcohol puede hacer que el páncreas produzca sustancias tóxicas y eventualmente puede llevar a pancreatitis.
Hígado
El alcohol es extremadamente tóxico para el hígado y puede llevar a fibrosis, hígado graso, hepatitis alcohólica y cirrosis.
Defectos de nacimiento
Beber alcohol durante el embarazo puede causar defectos congénitos, deformidades, retraso mental y otros problemas más adelante en la niñez.
Lea:  Adiós a la invasión de los Seres de Bajo Astral
Conclusión
Nuestros cuerpos y espíritus están estrechamente conectados. Si el alcohol puede causar tantos problemas para nuestros cuerpos, ¿qué crees que le está haciendo a nuestros espíritus?
Ser más consciente de sus hábitos de consumo de alcohol, o evitar el alcohol por completo es beneficioso no sólo para su salud física, pero puede ayudar a crear una conexión más saludable con su espíritu.

sábado, 11 de agosto de 2018

El lado oscuro de las Constelaciones familiares

Constelaciones familiares esu na práctica pseudoterapeutica bastante despreciable teóricamente y que, además, encierra ciertos peligros en la práctica. Una práctica que, como es habitual en el surreal mundo de las psicoterapias folk, suele campar a sus anchas sin ninguna regulación u oposición crítica.
Lo cierto es que Bert Hellinger, cual jovenzuelo alocado que fue, luchó en el bando nazi en el frente occidental. De hecho, y a la luz de sus poco agudas intervenciones posteriores, ha seguido siendo un poquito nazi hasta hoy. Durante estos años mozos fue apresado por los aliados en Bélgica, donde acabó en un campo de prisioneros de guerra del cual se escapó.
Después de su experiencia como combatiente nazi, Bert decidió hacerse cura. Estudió teología, un poquito de filosofía que es lo que todo buen cura debe saber, y un poquito de pedagogía para poder traer negritos descarreados e impíos al redil del señor. Y así fue, dado que Bert fue destinado a Sudáfrica para convertir al catolicismo a los zulúes, que por aquel entonces eran unos pecaminosos paganos a los que este señor alemán consideraba debía iluminar con el regalo de la civilización occidental y la palabra de Dios.
Lo cierto es que, según cuentan las malas lenguas, Bert no fue muy efectivo, y de hecho acabó engullido por el panteísmo de los zulúes, dejando de lado las escrituras bíblicas a cambio de una visión aún más mística de la realidad. Quizás fruto de los alucinógenos y trances hipnóticos de los rituales en los que participó, no está del todo claro. El caso es que acabó dejando la orden a la que pertenecía y se volvió a Alemania tras su estro africano.
El señor alemán va a Viena, donde estudia psicoanálisis y se convierte en un fervoroso seguidor de la versión junguiana de esta práctica pseudoterapeutica. Bert viaja también a EEUU, donde asistió a unas dinámicas de grupo que hacían Ruth McClendon y Les Kadis. Bert vio nicho de mercado. Un término sacado de Adler -‘constelaciones familiares’-, un poquito de Virginia Satir, algo de psicoanálisis junguiano, una serie de principios totalmente inventados, unas dinámicas de grupo que dan lugar a una fuerte sugestión, y listo: habemus  pseudoterapia. Hoy en día se complementa este coctel con añadidos de ‘campos mórficos’ de Rupert Sheldrake y algo de memoria celular -no vaya ser que nos quedemos anticuados-, y se llama a las constelaciones con el hiperpomposo nombre de ‘enfoque fenomenológico-sistémico-transgeneracional’.
Encontramos distorsiones de la historia evolutiva humana, la arqueología y la antropología cultural. La idea básica es que los conflictos no resueltos de nuestros antepasados son transmitidos de generación en generación, ocasionándonos problemas en el presente al ser somatizados bajo la forma de trastornos y enfermedades. Así, para solucionar y comprender estos problemas, habría que hacer una serie de dinámicas y de ejercicios -que normalmente implican juegos de rol o representaciones con figuritas o cartas-, para representar a nuestra familia hasta varias generaciones atrás. Tras un teatro con fuerte contenido de sugestión en el que la gente llora y es sometida, en ocasiones, a ejercicios dignos de Tony Kamo, localizamos el problema que nos afecta. Este problema -por ejemplo, un aborto de nuestra abuela o un duelo mal llevado por nuestro tío- sería el que está ocasionando que nuestro matrimonio no vaya bien, que tengamos depresión o incluso que tengamos un tumor, y se solucionaría con un poco más de teatro y caras serias.

Esta estructura social, de Hellinger, esta basada en fuertes patriarcados donde el hijo mayor era el heredero y el orden social estaba predefinido según el linaje de cada cual. Este es el ‘estado de naturaleza’. Un momento feliz en el que cada cual estaba en su sitio y no había conflicto. Se supone que en este momento histórico los grupos humanos estaban totalmente aislados unos de otros -lo cual contradice la evidencia arqueológica, que demuestra la existencia de grandes culturas paleolíticas-, hasta la llegada del nefasto neolítico. Aquí los grupos se juntaron, se generaron ciudades, nació la discordia, las ínfulas de querer más y el individualismo. Se rompe así el estado de naturaleza y comienza la tragedia.

La forma en la cual se transmiten los problemas de generación en generación es una idea bastante rara, dado que se trataría de un mecanismo mágico ajeno a la ciencia. Es una especie de telepatía metafísica que hace que los miembros de grupos familiares puedan estar comunicados, compartiendo fines y sentimientos. Estaríamos conectados con nuestros familiares de este modo, y por esta razón, aunque ni nosotros ni nadie de la familia sepa nada, ese aborto de nuestra abuela cuando tenía 21 años nos podría afectar igualmente. De este punto nace el vínculo actual de las constelaciones con las ideas de Sheldrake y la memoria celular -recordemos que lo único que la evidencia avala como ‘memoria celular’ es el proceso de diferenciación celular en culturas histológicas, que hace que algunas de las copias generadas en la mitosis tengan ciertos factores de transcripción que hacen que expresen genes que sus clones no expresan; un fenómeno muy estudiado en cultivos celulares y embriología, que nada tiene que ver con memorias de antepasados y mucho con la especialización celular.

La concepción que tiene Hellinger de la familia ideal es digna de Juego de Tronos.
A partir de esta noción de familia medieval desarrolla unos principios que se supone han de regir lo que debe ser una familia modelo con individuos sanos.

Hellinger es conocido en Alemania por su exculpación de Hitler -de hecho, varios de sus pupilos de corte neonazi han seguido su estela, con libros como Almas Confundidas. Y es que las constelaciones familiares basan su gran éxito, al fin y al cabo, en la descarga total de responsabilidades del individuo: nadie es culpable de sus problemas. ¿Tiene cáncer de pulmón? No es por fumar desaforadamente, es porque sus abuelos tuvieron una separación desagradable. ¿No encuentra pareja? No es que esté haciendo algo mal, es que está usted expiando un fracaso amoroso de la juventud de su madre. La postura de Hellinger es que Hitler no era una mala persona, sino una víctima de su constelación familiar.

Las constelaciones familiares consideran la homosexualidad como una enfermedad causada por algún problema no cerrado en la familia, estigmatizando un rasgo no patológico de la personalidad como el sentirse atraido sexualmente por personas del mismo sexo. Por si fuera poco, otro de los principales problemas de esta pseudoterapia es la enorme cantidad de misoginia y machismo que presenta. En las terapias de pareja con constelaciones familiares casi siempre es ella la que está haciendo las cosas mal. Un ejemplo extremo lo encontramos en la forma en la que se caracterizan los abusos sexuales de un padre a su hija. Leamos al propio Hellinger en uno de sus fragmentos más perturbadores:
“Si usted se ha confrontado con una situación de incesto, una muy común dinámica es que la mujer no ha cumplido con su marido, ella rechaza mantener relaciones sexuales. Luego, como compensación, la hija toma su lugar… Como ve, en el incesto, hay dos perpetradores, uno en la sombra y uno al descubierto. No puede resolver el problema a menos que salga a relucir el perpetrador escondido… La hija dice a su madre “Lo hice por ti”. Y ella puede decir a su padre “Lo hice por mamá”… Si quiere pararlo (el incesto), esta es la mejor manera, sin acusaciones. Si se lleva el perpetrador a la justicia, la víctima expiará por lo que se le ha hecho al perpetrador.“
Y así es como las constelaciones familiares exculpan a un padre que abusa sexualmente de su hija, cargando la culpa en la madre -caracterizada como una mala esposa frígida. Predicando que para solucionar la situación el violador no ha de ser llevado ante un tribunal, y que la única terapia que necesita la niña es asumir que “ella lo hizo”, cargándola también de culpa y, de paso, humillándola.

Las personas que se han sentido ultrajadas por las performances de las constelaciones familiares, al haber sido sugestionadas a hacer cosas que han atentado contra su dignidad, se cuentan por miles. Hay una buena cantidad de sentencias judiciales, especialmente en Alemania, donde todo esto se lo están tomando muy en serio. Incluso existen casos documentados de suicidios gracias a la nula experiencia sanitaria de aquellos que juegan de este modo con la mente y los problemas de las personas.
Mucho cuidado. Si la persona con la que está haciendo terapia para solventar algún problema le propone este tipo de práctica no dude en abandonar la consulta y ponerse en manos de un profesional de verdad: está usted ante un estafador.